NO PUEDO IR A ENTRENAR, MAÑANA TENGO EXAMEN

Javier García | El Deporte Conquense
16 de Noviembre de 2013
Hacía tiempo que tenía en mente un artículo sobre estos dos temas tan relacionados, no quiero hablar de los deportistas de élite y sus carreras académicas (o la falta de), ni de quiénes son buenos ejemplos y quiénes no. Me gustaría centrarme en un entorno mucho más cercano, al que le podamos poner cara y ojos.


Como maestro y orientador el tema de los estudios es algo que tengo presente en mi vida diaria, los considero esenciales en la formación de las personas, aunque también he estado dentro de un club y he visto como una y otra vez se utilizaban las mismas excusas para faltar a los entrenamientos.


Los estudios son lo más importante


Parto de la premisa de que no se le debería permitir faltar a un entrenamiento de su deporte “porque tiene que hacer los deberes”, “porque mañana tiene examen” salvo en ocasiones muy puntuales, y por supuesto, sin convertirse en norma.


Puede parecer una contradicción, pero no lo es, si los estudios son lo más importante hay que hacerlo ver desde bien pronto con hechos y no sólo de palabra. El que un chaval falte a los entrenamientos repetidamente “porque tiene que estudiar” ya muestra un problema, y grande. Hay una falta clara de organización en el horario semanal. En edades tempranas pasa desapercibido porque la exigencia académica y deportiva es menor pero le hará mucho bien que a principio de curso se establezca un horario claro con tiempos de ocio, estudio, actividades extraescolares,…


La gestión del tiempo es esencial


Es tan sencillo como preguntarnos: Si un chaval no puede ir a entrenar porque al día siguiente tiene examen, y esto pasa continuamente a lo largo de las temporadas ¿Qué esta fallando ahí?: ¿El tiempo del entrenamiento? o ¿la falta de trabajo previo de ese examen? Desde mi punto de vista lo tengo muy claro: Organización. Si necesita 1 ó 2 horas de un entrenamiento para estudiar, es que antes no ha trabajado lo suficiente.


La semana tiene siete días, de los cuales, cinco mantiene a los chavales en clase y hasta las 4 no quedan liberados de esas tareas, toda la tarde para ir haciendo cosas, acudir a diferentes actividades extraescolares, ver la tele… da tiempo a todo. Eso sí, con organización. Ah! Se me olvidaba, los fines de semana no deben ser vistos como tiempo libre sin ninguna tarea, son los días que más tiempo disponible tenemos y cuando menos desarrollamos.


Los deportes bien utilizados, aparte de ser un instrumento fundamental para un desarrollo correcto, también nos puede ayudar para que los niños vayan siendo conscientes desde pequeños de la importancia de tener una organización temporal equilibrada. Si se hace desde edades tempranas, estas conductas se acaban interiorizando y lo que al principio hay que recordar cada 10 minutos en unos años servirá para que cuando las actividades académicas sean más exigentes se disponga de unos hábitos de estudio-tiempo libre-deporte correctos.