ESTRELLITAS

He dejado pasar a los dos mejores equipos del mundo en sus visitas a Zorrilla para reafirmarme en la conclusión que saqué cuando vi a la Selección Española en Salamanca hace dos años: "Son todos unas estrellitas".

Cuando digo todos, digo jugadores y todo lo que mueven a su alrededor. Desde un autobús que tiene que girar y entrar marcha atrás para dejarles frente a la misma puerta, a gente del club que protesta por dónde tienen que colocarse a hablar los jugadores o que espera a que todos estén duchados y cambiados para marcharse juntos y así salir más rápido, hasta la propia prensa, con periodistas que se creen superiores a los que aquí sólo porque habitualmente siguen a, se supone, los dos mejores equipos.

Soy vallisoletana y una "ultra" del Pucela como me recuerdan mi familia y amigos, pero intento ser objetiva y lo que he visto en 15 días ha sida la misma cara de la moneda -estoy muy orgullosa de decir que la otra cara es el Real Valladolid, con sus jugadores, la gente del club, periodistas etc-.

Muy decepcionada me quedé, pero no por mí, sino por los niños y aficionados, que sin ellos no son nada (o son menos). Me dan ganas de preguntarles enfadada "¿Pero qué os creeis que sois?" Claro, que me pueden contestar: los campeones del mundo, los líderes de la Liga, los mejores...Lo que queráis, pero sois futbolistas, simples futbolistas que no sois capaces de pararos antes un puñado de niños que gritan vuestro nombre, que os siguen por los estadios y hoteles donde vais, que os lanzan con tímida esperanza una camiseta de vuestro equipo que se la habrán traído los Reyes para que se la firméis, que llevan horas esperando con un boli en una mano y la máquina de fotos en la otra.

Y vosotros, ¿qué hacéis? Bajáis del autobús como una exhalación, no os volvéis ni a mirarlos, con vuestros cascos en los oídos que no sé si es para no oír los gritos, os paráis dos veces contadas a haceros un par de fotos y ya os creeréis que habéis cumplido con ellos.

Una lástima, o una vergüenza, no sé. Me parece mal, fatal. Pero ¡ojo! que todo lo que sube y baja y hoy estáis en lo más alto, pero vuestras carreras son cortas y llegará el día en que bajaréis a la tierra y seréis unos ciudadanos más. Deberías recordar entonces que antes que futbolistas sois personas.